Abre los ojos y pon la luz en la oscuridad, no temas a la voz de Dios.
Como una marioneta que se puso sobre un ataud sombrio, tu cuerpo esta cubierto de color rojo sangre y la oscuridad es la cama de tu alma.
¿Puedes verme?
Puedo sentir el frio de tus manos.
Levanta tus garras manchadas de sangre, frunce el ceño al mundo que te rodea. Vamos a destruirnos unos con otros y evadir un futuro donde todo esta vestido de dudas y confusion. De lo contrario, nuestras alas y pies seran arrancados y nos pudriremos bajo este cielo vacio.
Esta es mi otra yo, que ama tanto a alguien que lleva sangre.
Dime ahora ¿Soy la verdadera?