No sé dónde ponerme los huesos en la carne, cómo esconderle al pecho su largo pasadizo. Mirarme hoy es ponerse más triste que una clase sin tiza y sin pupitres, donde no hubiese niños. Confieso que te quiero más que nunca esta tarde, hoy que tiemblas de miedo junto a mi maleficio. Tus ojos se me entregan com el rostro de un parque donde, nuevos, los sauces emigraran de sitio.
Me miras y sostienes un pájaro en el aire, el cielo respirable que me ha sido prohibido. Tus manos me consuelan con su fruta abundante, van sanándome dentro más despacio que un siglo. Miras como ofreciendo tus ojos inyctables, tus ojos enfermeros frescos como un racimo. Mirarme hoy es ponerse más triste que un paisaje donde nunca las ramas despertaran de mirlos.
que tristes son tus entradas... pero muy bonitas...
ResponderEliminaranimo!!
=)
jajajaja graxiax
ResponderEliminar