viernes, 15 de abril de 2011

LA LUNA ES UN GRAFFITI SOBRE LA CIUDAD


Retorno con el beso de la luna hirviendo en el cuerpo. Soy mujer y a veces me gustaría quitarme el sexo y dejarlo guardado en el armario. Sucede que me canso de aullar el deseo en las temporadas de canícula cuando arden los insectos. Entre la carroña que encuentro al atravesar la ciudad resulta que soy pura que obligo a mis apetitos a salir de cacería cuando la selva es una jungla de concreto. Sobre la alfombra polvorienta despierto con la certeza de haber estado con dos leopardos ebrios. La ciudad es una olla express que gotea sus vapores sobre sí mientras la luna es el graffiti más bello de la noche.

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