Conozco muy bien este sueño: las pausas forman parte de la canción y un leve temblor recorre nuestros caminos. Aún podemos escuchar allá, a lo lejos, la celebración del canto y risas, danzas…
Muchas veces basta una palabra, una mirada, un gesto para llenar el corazon del que amamos.
domingo, 26 de diciembre de 2010
EL RUISEÑOR
Ella soñó hace mucho tiempo este mismo sueño musical. Ahora lo traigo a la memoria. El camino estaba bordeado de estrellas, los lirios pesaban en plena noche y ella me sugería la silueta de un ciprés estremecido. Del túnel vimos salir a la luna seguida de otras máquinas brillantes. Su cuerpo plateado recordaba a las diosas de la pantalla de la dulce tibieza de aquel verano. El sigilo de las ruedas se mezclaba con el parpadeo nocturno de los grillos, el viento enmascarado y el ruiseñor dramatizado en la maleza.
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diablos!! como me cuesta pronunciar el nombre de este pajarito, muy bonito!!
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