jueves, 15 de abril de 2010

CARTA A UN ENEMIGO



Integra tierra que acoge firmemente el pie del que busca aposento ¿por qué hostilizas con tu dureza rocosamente certera el aire tenue, indeciso, que apenas se opone a tu vida?



No. No me comprendes.



Dirás: Lo que dices son cosas apenas humanas. Explica. ¿Qué quieres?


Y luego diré: Es la estrofa primera de una trágica canción, titulada: Diálogo entre el aire y la tierra.


Y si aún me dices: No comprendo.


Yo te diré: la segunda estrofa, la respuesta de la tierra dolorida, expuesta a los vientos que asaltan sin piedad sus flores más entrañables, sus más tiernos capullos.



Y si aún me dices: No comprendo. No me atreveré a decirte la desnuda verdad todavía, el humano dolor que te acecha cuando yo me siento feliz, la tristeza que invade cual aguda cuchilla mi pecho, cuando tu pecho dulcemente se envuelve en el calor de la dicha, del amor adeudado, cual si fuese un abrigo de rosas auténticas.



No me atreveré a decirte lo que siento con pecho transparente y palabras sin doble fondo alegórico.



Y te diré: Simplemente, la estrofa tercera: El viajero avanza, migratorias raíces, sus pies que se empapan de la cálida tierra, sostenidos por la roca paterna y sus feudos seguros. Pero su pecho con dicha en el aire respira, se dilata, se ensancha, aún alienta con gozo...


Y si aún me dices: No comprendo, te miraré sin hablarte, y verás en mis ojos un limpio calor sin odio, una lágrima tenue...

1 comentario:

  1. Saludos, tu blog es muy interesante,sobre esta entrada, la vdd pienso que me pierdo de mucho, como esas cosas que se quedan entre lineas, "Dialogo entre el aire y la tierra", me parece muy profundo, tanto que aun no la termino de comprender, mas es humano, el pasar por el lugar olvidando que no es el unico que habita sobre esta tierra, que mas que un hogar es parte de la familia, bonita entrada.

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