sábado, 29 de mayo de 2010

MI HECHIZO DE LUNA LLENA


Uno se enamora tarde o temprano aunque no crea en el amor… ese momento llega… asi que el amor si existe… solo depende de uno si lo toma o lo deja. El tiempo pasa y las cosas cambian los recuerdos vienen y los fantasmas se van. Aun recuerdo el dia que llegaste a mi y lo cambiaste todo.

Nunca pense cuanto tiempo podria resistir estar tan lejos de ti. Sin escuchar tu voz. Sin poder verte sin poder sentirte serca de mi… ¿Sabes? Nesecite verte nesecito hablarte nesecito tanto de tu amor. Miles de veces he dicho tu nombre miles de veces te he pedido que regreses a mi… rey de la noche dame la esperanza… de regresar junto a mi !porque tu eres el caballero de mi corazon… mi hechizo de luna llena.

Se que te quiero a mi lado desde el momento que te conoci desde el momento que tus ojos encendieron las llamas de mi corazon… si tu supieras cuanto es lo que siento por ti..“mi hechizo de luna llena.”

viernes, 28 de mayo de 2010

ALGO QUE NUNCA SABRAS

Inestabilidad, Tristeza, Dolor y Amargura




Son sinónimos del presente y recuerdos del pasado. Infinidad de veces siento poder el Cielo tocar pero al instante caigo al suelo recordando que tan solo es un sueño más en mi mente. Muy dentro de mí me dice que tan cerca te tengo, pero tu comportamiento y la razón me hacen ver la realidad.


No se cuando te tendré por completo, no se si te tengo o si alguna vez te tuve. Lo que si es que este amor no cree poder terminarse nunca, aunque el mundo se ponga de moda con sus ideologías y pensamientos, este amor sobrevivirá por muy maltratado y débil que parezca.


Podrás tratar de recurrir a las apariencias, podrás querer rechazar y negar el sentimiento que nos une, pero sabes bien que siempre saldrá a flote, siempre sobresaldrá esa luz que ilumina nuestros corazones, por muy oscuro que se tornen nuestros caminos. Sabes bien que siempre te querré como el primer momento en que di cabida a que este sentimiento se instalara en mi, sabes también que me amarás aunque nuestros destinos se empeñen en tomar caminos diferentes, pero el amor y la razón aun los une.


Si en algún momento dejo de existir, si por alguna causa desconocida mis ojos se cierran impidiendo seguir contemplando tu mirada, si por alguna razón mi cuerpo deja de producir calor y si a mi alma se le escapará el último aliento de vida, no temas y no decaigas !Porque el sentimiento siempre vivirá en mi por el resto de los siglos¡ Solo con recordarme como a la persona que te amó sin condición, sin interés alguno, mas que el de recibir la misma cantidad de cariño que día a día te brinde sin tu darte cuenta.


Se que te envolviste tanto en tu vida y en tus afanes, se que por un momento me olvidaste, pero el hecho de saber que aun estabas bien me hacia inmensamente feliz, aunque muchas veces hubiese deseado alguna caricia, algún beso o tan solo algún gesto amable de tu parte, pero créeme que tan solo escuchar tu voz en alguna escasa llamada telefónica, me hacia recordar con alegría lo que seguía aun sintiendo yo por ti.


Tal vez esto no lo llegues a escuchar de mi boca, se que no me atreveré a decírtelo nunca. Tienes un corazón herido y la incredulidad se ha apoderado de ti, se que dentro de ti quisieras poder creer en mis palabras, pero el pasado ya hirió nuestras almas y se que tardarán en reponerse. No nos queda mas que seguir en esta vida, llena de envidias, interrogantes y sueños.


Pero se con certeza que en mi vida siempre estarás, como lo mas grande, valioso y dichoso, aunque tal vez nunca termines de entenderlo.

jueves, 27 de mayo de 2010

CIUDAD MURADA

Tus ojos medievales, quizá grises quizá verdes, y los ojos azules mencionados en la literatura occidental. Palabras inapropiadas como pingüinos en el Sahara, y el saber que nunca supimos.

Preferir lo zafio a lo sublime como un mandato que nos destierra del paraíso y nos conmina a penetrar en el triple recinto: en el primer recinto está la mano que sujeta, en el segundo la mano que condena, en el tercero las dos manos de la matrona universal.

Ciudad murada, recinto que llevamos impreso en el alma.

Mar adentro, alma adentro, vida adentro. Como un náufrago llegas a islas irreconocibles, no hay mapas ni brújulas ni tan siquiera agua. Sed, sólo sed durante todo el recorrido y lejos muy lejos las huellas de otras vidas.

A tientas buscas el pozo, el aljibe de tus mayores y encuentras un túnel infinito y no ves la salida. Luz y agua buscas y encuentras muerte. Y empiezas otra vez, aprendes a andar nuevamente: «Un kilomètre à pied...» el canto de montaña y al fin encuentras en el iceberg del alma un poco de sol y de agua helada.

El mensajero de las siete llaves, el que nunca recuerdo ni sé cómo se llama, me dijo los secretos de tu vientre y tu cama. Si niegas lo que amas el amor reverdece, si amas lo que niegas el amor te enloquece. Busqué el libro que tus manos habían sostenido,el de la miniatura de Jean Fouquet en la cubierta: «Dios une a Adán y Eva» en un jardín cercado con ángeles, animales y la fuente, estrellas y palomas, y pensé ¿habrá un ángel, un solo ángel clandestino dispuesto a sostener el manto del creador en el jardín de nuestros amores cercados donde hay agua y cielo y un paisaje invertido como el de los antípodas y un incansable deseo de desaparecer del cuadro?

No quería la lujuria que me diste, la que se echa sobre el lecho como un fardo, ni tus ojos cerrados ni tu boca ebria. Quería, Dios lo sabe, tu mirada y la transparencia de estrella que incluso los esclavos pueden poseer.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Hoy llueve todo el día y el termómetro marca fuera dos grados sobre cero. Seguramente vale la pena que la humanidad, recorriendo a través de los siglos, las abominaciones y los millones de años luz en el camino que lleva a la calefacción central pueda ofrecer a un estornino posado en la ventana, justo encima del radiador, los dieciocho grados del confort.

Lleva un buen rato tras el cristal. He abierto la ventana pero no quiere entrar. No deja de mover el pico emitiendo sonidos. ¿Qué debo hacer? No sé ornitología, soy de letras y nacíen la ciudad. Cuando se vaya dentro de once minutos no sabré si cantaba feliz o chillaba desesperada. Ayúdame, tú que sabes de pájaros heridos en Big Sur.

martes, 25 de mayo de 2010

A UN PINO

Pino esbelto y tranquilo, soledad de la tarde, tan concreto en la libre desolación del aire, tan alto cuando todo se confunde y abate y huye el sol a tu copatibio y agonizante. Cómo me fortalece la paz de tu combate, ascensión sin fatiga, raíz honda y constante.

Tu majestad envuelve el cielo sin celaje y en tu recio sosiego la tierra se complace. Mis ojos educados en tu sediento mástil ascienden y divisan la soledad más ágil, mientras sueña el silencio sin astros y sin aves como el solo decoro de tu verde ramaje.

Pino esbelto y tranquilo, tu soledad te guarde, y consagre la mía desunida y errante, segada de su tierra, extraña de su aire, cuando aún es oro virgenla cumbre de la tarde y tú clamas e invocas el tiempo de mi carne y otro vuelo sin tiempo que se sueña y se hace.

INSTANTANEA

El dragón es un animal quimérico, yo soy un dragón y te amo,es decir amo tu nariz, la sorpresa del zafiro de tus ojos, lo que más amo es el zafiro de tus ojos; pero lo que con evidencia me muslifica son tus muslos longilíneos cuyo formato me vuela sexo y cisne a la vez aclarándome lo perverso que puede ser la rosa, si hay rosa en la palpación, seda, olfato o, más que olfato y seda, traslación de un sentido a otro, dado lo inabarcable de la pintura entiéndase por lo veloz de la tersura gloriosa y gozosa que hay en ti, de la mariposa, así pasen los años como sonaba bajo el humo el célebre piano de marfil en la película; ¿qué fuede Humphrey Bogart y aquella alta copa nórdica cuya esbeltez era como una trizadura: qué fuedel vestido blanco?

Décadas de piel. De repente el hombre es décadas de piel, urna de frenesí y perdición, y la aorta de vivir es tristeza, de repente yo mismo soy tristeza; entonces es cuando hablo con tus rodillas y me encomienda a un vellocino así más durable que el amaranto, y ahondo en tu amapola conliturgia y desenfreno, entonces es cuando ahondo en tu amapola, y entro en la epifanía de la inmediatez ventilada por la lozanía, y soy tacto de ojo, apresúrate, y escribo fósforo si veo simultáneamente de la nuca al pie y alquimia.

lunes, 24 de mayo de 2010

TRAFICO PESADO

Un pájaro con un cajón en la boca. Un galeón de oro tripulado por ratones blancos. Un pez que cuando nada a dos aguas desgarra (el casco de todos los barcos).

Una hora de nuestra vida que no lograremos recordar. Una botella de whisky vacía con la lengua de un náufrago. Una palabra que no podré decir cuando me vaya. Un vagabundo durmiendo bajo un puente. Un barco cuya tripulación no conoce el mar. Un error que volverás a cometer.

Una fantasía homosexual que te obsesiona. Un verdugo aterrorizado afeitándose con una navaja (frente a un espejo). Un vagón del subterráneo donde ella murmura: ('Todo está perdido'). La soledad de un hombre que viaja por sus venas (y se pierde antes de llegar). El dar vuelta los relojes para evitar el degüello. El espacio interior vacío de un ataúd y el espacio que lo rodea. El imán que no atrae ni a su sombra. Una iglesia de sillas eléctricas. El abanico fantástico con el que podrías (atraer planetas hasta tu ventana).

Todo lo que cabe en un espacio similar al triángulo (formado por el ángulo de inclinaciónde la Torre de Pisa). Nunca asesines a quien no amas. Trafica tus segundos con la eternidad.

viernes, 21 de mayo de 2010

DENTRO DE MI

Dentro de mí hay un león enfrenado: de mi corazón he labrado sus riendas: tú me lo rompiste: cuando lo vi roto me pareció bien enfrenar a la fiera.

Antes, cual la llama que en la estera prende, mi cólera ardía, lucía y se apagaba: como del león generoso en la selva la fiebre se enciende; lo ciega y se calma.

Pero, ya no puedes: las riendas le he puesto y al juicio he subido en el león a caballo: la furia del juicio es tenaz: ya no puedes. Dentro de mí hay un león enfrenado.

jueves, 20 de mayo de 2010

ULTIMO DESEO

Ha muerto la mujer que yo fui, te lo prometo, incluso siento pena por élla; tan falsa, tan cruel, tan bohemia, tan absurda en su vivir, tan grotesca. Ha muerto hoy, pero es para mejor. Rescatemos de élla lo poco que era verdadero; el amor por su trabajo, su falta de dinero, la pasión con la que de ti me hablaba a cada momento.

Murió, pero se fue contenta. En sus labios tenía tu nombre, junto al sabor de la culpa, en sus ojos, el paisaje más sereno y en su boca un último deseo: darte al volver un abrazo sincero. Y yo, que soy quien escuchaba su añoranza por tus besos, debo esperar tu regreso, tras ocho meses de silencio, darte el abrazo que te debo y dejar atrás a la que ha muerto.

No lloraré, ya habré llorado todas las lágrimas que le debía a la vida. No dudaré, las dudas no existirán si veo en ti una mínima sonrisa. No soñaré, pues mi más grande sueño se estará cumpliendo. Y renaceré, para reinventar el amor que había inventado para ti.

Sí, porque a partir de hoy, te amaré por los dos, pues te confieso que yo, cuando élla me hablaba de ti, también... ¡también te amaba en silencio!

CONTINUIDAD

No has muerto. Has vuelto a mí. Lo que en la tierra —donde una parte de tu ser reposa—sepultaron las mujeres, no te encierra; porque yo soy tu verdadera fosa. Dentro de esta inquietud del alma ansiosa que me diste al nacer, sigues en guerra contra la insaciedad que nos acosa y que, desde la cuna, nos destierra.

Vives en lo que pienso, en lo que digo,y con vida tan honda que no hay centro, hora y lugar en que no estés conmigo; pues te clavó la muerte tan adentro del corazón filial con que te abrigo que, mientras más me busco, más te encuentro.

Me toco... y eres tú. Palpo en mi frente la forma de tu cráneo. Y, en mi boca, es tu palabra aún la que consiente y es tu voz, en mi voz, la que te invoca.

Me toco... y eres tú, tú quien me toca. Es tu memoria en mí la que te siente: ella quien, con lágrimas, te evoca; tú la que sobrevive; yo, el ausente.

Me toco... y eres tú. Es tu esqueleto que yergue todavía el tiempo vano de una presencia que parece mía.

Y nada queda en mí sino el secreto de este inmóvil crepúsculo inhumano que al par augura y desintegra el día. Todo, así, te prolonga y te señala; el pensamiento, el llanto, la delicia y hasta esa mano fiel con que resbala, ingrávida, sin dedos, tu caricia.

Oculta en mi dolor eres un alaque para un cielo póstumo se inicia; norte de estrella, aspiración de escala y tribunal supremo que me enjuicia. Como lo eliges, quiero lo que ordenas; actos, silencios, sitios y personas. Tu voluntad escoge entre mis penas.

Y, sin leyes, sin frases, sin cadenas. Eres tú quien, si caigo, me perdonas. Si me traiciono tú quien te condenas... Y quien, si te olvido, me abandonas.

Aunque si nada en mi interior te altera,todo, fuera de mí te transfiguray, en ese tiempo que a ninguno espera,vas más de prisa que mi desventura. Del árbol que cubrió tu sepultura quisiera ser raíz, para que fuera abrazándote a cada primavera con una vuelta más, lenta y segura.

Pero en la soledad que nos circunda ella te enlaza, te defiende, te ama, mientras que yo tan sólo te recuerdo. Y al comparar su terquedad fecunda con la impaciencia en que mi amor te llama, siento por primera vez que te pierdo.

Porque no es la muerte orilla clara, margen visible de invisible río; lo que en estos momentos nos separa es otro litoral, aun más sombrío. Litoral de vida. Tierra avaraen cuyo negro polvo, ávido y frío,del naufragio que en ti me desamparainútilmente busco un resto mío.

Es tu presencia en mí la que me impide recurperar la realidad que tuve sólo en tu corazón, cuando latía. Por eso la existencia nos divide tanto más cuanto más tiempo en mi alma sube la vida en que tu muerte se confía.

Sí, cuanto más te imito, más advierto que soy la tenue sombra proyectada por un cuerpo en que está mi ser más muerto que el tuyo en la ficción que lo anonada.

Sombra de tu cadáver inexperto.

Sombra de tu alma aún poco habituada. A esa luz ulterior a la que he abierto. Otra ventana en mí, sobre otra nada...
Con gestos, con palabras, con acciones, creía perpetuarte y lo que hago es lentamente, en todo, deshacerte. Pues para la verdad que me propones el único lenguaje sin estrago es el silencio intacto de la muerte. Y sin embargo, entre la noche inmensa con que me siñe el luto en que te imploro, aflora ya una luz en cuyo azoro una ilusión de aurora se condensa.

No es el olvido. Es una paz más tensa, una fe de acertar en lo que ignoro; algo —tal vez— como una voz que piensa y que se aísla en la unidad de un coro. Y esa voz es mi voz. No la que oíste, viva, cuando te hablé, ni la que al fino metal del eco ajustará en su engaste, sino la voz de un ser que aún no existe y al que habré de llegar por el camino que con morir tan sólo me enseñanste.

Voz interior, palabra presentida que, con promesas tácticas, resume—como en la gota última, el perfume— en su paciente formación, la vida. Voz en ajenos labios no aprendida—¡ni siquiera en los tuyos!—; voz que asumela realidad del alba estremecida que alcanzaré cuando de ti me exhume.

Voz de perdón, en la que al fin despunta esa bondad que me entregaste entera y que yo, a trechos, voy reconquistando; voz que afirma tan bien lo que pregunta y que será la mía verdadera aunque no sé decir cómo ni cuándo... ¿Ni cuándo?... Sí, lo sé. Cuando recoja de la ceniza que en tu hogar remuevo esa indulgencia inmune a la congoja que, al fuego del dolor, pongo y atrevo.
Cuando, de la materia que me aloja y cuyo fardo en las tinieblas llevo, como del fruto que la edad despoja, anuncie la semilla el fruto nuevo; cuando de ver y de sentir cansado vuelva hacia mí los ojos y el sentido y en mí me encuentre gracias a tu ausencia, entonces naceré de tu pasado y, por segunda vez, te habré debido—en una muerte pura— la existencia.

lunes, 17 de mayo de 2010

NO TAN ALTO

De cuando en cuando y a lo lejos hay que darse un baño de tumba. Sin duda todo está muy bien y todo está muy mal, sin duda. Van y vienen los pasajeros, crecen los niños y las calles, por fin compramos la guitarra que lloraba sola en la tienda.
Todo está bien, todo está mal.


Las copas se llenan y vuelven naturalmente a estar vacías y a veces en la madrugada, se mueren misteriosamente.

Las copas y los que bebieron.

Hemos crecido tanto que ahora no saludamos al vecino y tantas mujeres nos aman que no sabemos cómo hacerlo. Qué ropas hermosas llevamos !Y qué importantes opiniones! Conocí a un hombre amarillo que se creía anaranjado y a un negro vestido de rubio.

Se ven y se ven tantas cosas.

Vi festejados los ladrones por caballeros impecables y esto se pasaba en inglés. Y vi a los honrados, hambrientos, buscando pan en la basura. Yo sé que no me cree nadie. Pero lo he visto con mis ojos.

Hay que darse un baño de tumba y desde la tierra cerrada mirar hacia arriba el orgullo. Entonces se aprende a medir. Se aprende a hablar, se aprende a ser. Tal vez no seremos tan locos, tal vez no seremos tan cuerdos. Aprenderemos a morir. A ser barro, a no tener ojos. A ser apellido olvidado.

Hay unos poetas tan grandes que no caben en una puerta y unos negociantes veloces que no recuerdan la pobreza. Hay mujeres que no entrarán por el ojo de una cebolla y hay tantas cosas, tantas cosas, y así son, y así no serán.

Si quieren no me cran nada. Sólo quise enseñarles algo.

Yo soy maestra de la vida, vaga estudiante de la muerte y si lo que sé no les sirve no he dicho nada, sino todo.

jueves, 13 de mayo de 2010

EL POETA SE DESPIDE DE LOS PAJAROS


Poeta provinciano, pajarero,vengo y voy por el mundo, desarmado, sin otro sí, silbando, sometido al sol y su certeza, a la lluvia, a su idioma de violín, a la sílaba fría de la ráfaga.

Sí sí sí sí sí sí, soy un desesperado pajarero, no puedo corregirme y aunque no me conviden los pájaros a la enramada, al cielo o al océano, a su conversación, a su banquete, yo me invito a mí mismo y los acecho sin prejuicio ninguno: jilgueros amarillos, tordos negros, oscuros cormoranes pescadores o metálicos mirlos, ruiseñores, vibrantes colibríes, codornices, águilas inherentesa los montes de Chile, loicas de pecho puro y sanguinario, cóndores iracundos y zorzales, peucos inmóviles, colgados del cielo, diucas que me educaron con su trino, pájaros de la miel y del forraje, del tercio pelo azul o la blancura, pájaros por la espuma coronados o simplemente vestidos de arena, pájaros pensativos que interrogan la tierra y picotean su secreto o atacan la corteza del gigante o abren el corazón de la madera o construyen con paja, greda y lluvia la casa del amor y del aroma o jardineros suaves o ladrones o inventores azules de la música o tácitos testigos de la aurora.



Yo poeta popular, provinciano, pajarero, fui por el mundo buscando la vida: pájaro a pájaro conocí la tierra; reconocí dónde volaba el fuego: la precipitación de la energía y mi desinterés quedo premiado porque aunque nadie me pagó por eso recibí aquellas alas en el alma y la inmovilidad no me detuvo.

martes, 11 de mayo de 2010

LA VENTANA


Cuánta tristeza en una hoja del otoño, dudosa siempre en último extremo si presentarse como cuchillo. Cuánta vacilación en el color de los ojos antes de quedar frío como una gota amarilla.

Tu tristeza, minutos antes de morirte, sólo comparable con la lentitud de una rosa cuando acaba, esa sed con espinas que suplica a lo que no puede, gesto de un cuello, dulce carne que tiembla.


Eras hermoso como la dificultad de respirar en un cuarto cerrado. Transparente como la repugnancia a un sol ubérrimo, tibia como ese suelo donde nadie ha pisado, lento como el cansancio que rinde al aire quieto.


Tu mano, bajo la cual se veían las cosas, cristal finísimo que no acarició nunca otra mano, flor o vidrio que, nunca deshojado, era verde al reflejo de una luna de hierro.


Tu carne, en que la sangre detenida apenas consentía una triste burbuja rompiendo entre los dientes, como la débil palabra que casi ya es redonda detenida en la lengua dulcemente de noche.


Tu sangre, en que ese limo donde no entra la luz es como el beso falso de unos polvos o un talco, un rostro en que destella tenuemente la muerte, beso dulce que da una cera enfriada.


Oh tú, amoroso poniente que te despides como dos brazos largos cuando por una ventana ahora abierta a ese frío una fresca mariposa penetra, alas, nombre o dolor, pena contra la vida que se marcha volando con el último rayo.




Oh tú, calor, rubí o ardiente pluma, pájaros encendidos que son nuncio de la noche, plumaje con forma de corazón colorado que en lo negro se extiende como dos alas grandes. Barcos lejanos, silbo amoroso, velas que no suenan, silencio como mano que acaricia lo quieto, beso inmenso del mundo como una boca sola, como dos bocas fijas que nunca se separan.


¡Oh verdad, oh morir una noche de otoño, cuerpo largo que viaja hacia la luz del fondo, agua dulce que sostienes un cuerpo concedido, verde o frío palor que vistes un desnudo.

lunes, 10 de mayo de 2010

EL ORO A TRAVEZ DEL VIDRIO

Por la mañana mar mármol de caricias en las axilas del monstruo. Marca mágica campana o cámara de los suspiros maravilla en movimiento. Mórbidos malentendidos mayúscula y arena engarzar pezones móvil modo de la mano ¡Oh esperanza sellada!

Tesoro arca negra adoro con agua te recupero consumo con el sol mi vidrio cortante monfo alto-bajo: reino ambiguo despabilo. Cuando soplas tu lámpara me apago afilo. Siempre escribiré las exequias de tu sangre te apilo un placer atornillado a la angustia. Paso el filoRebelión en pensamientos.

Cuando hablas un frenesí rompe algún lugarde la tierra.

Ausencia constante humor inmóvil aliento ardiente a su modo negro. Palabra-ave migratoria blanca por eso no nombro entre nosotros ¡Bello!

A VECES HAGO UN VIAJE


Ciego pie de tiniebla, vacilante, avanza en el desierto de mi pecho. Seguramente es el infierno.


Aquí dentro, convulso, desbordando metales por mis ojos abiertos, levantando mareas de veneno, girando mariposas de cal y de ceniza; frías caricias lentas estrellando mis huesos. No sé si será el grito anudado al origen que ha crecido gigante y le ha trascendido, no sé si aquella niña en asombro que llevo o una fotografía de lo que nunca he sido.


El ángel de la ausencia preside la agonía.


Tal vez sean los árboles que viven en mi sangre, o colores inéditos, o voces que no quieren apagarse conmigo. Si hubiera luz, ascendería.


Mano de sombra danza por mi frente más allá de la sed y del sueño. Me protege un paisaje de pájaros inmóviles. Si supiera tu nombre... ¡te llamaría silencio!


Cruzan desnudos ríos inconcretos, pasos de arena fina, sal quebrada. Me protege una cifra solitaria y geométrica. Si mirara tu rostro... ¡te llamaría distancia!


Seguramente esto es el infierno: en muda dimensión desconocida una sombra cayendo en pozo negro.


Si pudiera decir palabra limpia de amor o de miseria, de olvido o de recuerdo.

Si pudiera sentir sobre mis párpados mirada pura, voz indudable, firme transparencia, sobre mi sien amarga...


¡Qué ala tendería!


Y pronunciar tu nombre impronunciable, circundar tu inasible firmamento. Imagen desolada del abismo, sólo soy una forma sin espejo.

CRUCES


De golpe es muy extraño sobrevivir, recordar al hombre hechizado y no el momento en que se fue: más errante que nunca pero muy poco sabia, torpe en el bullicio del verano, torpe en la espera.


Hubo un hombre sin sueños para siempre detenido en la estación del calor. No se reconocieron ni en los ojos en la planicie árida del parador un jugo, una radio encendida, la loca esperanza de llegar sin morir. El mundo canta a veces como una apuesta imposible y eso lo vuelve ronco y despiadado.


No hay rumor para oír, no hay tierra que espiar.


El mundo canta a veces y siempre por los respiraderos de la ciudad y se abre paso en el tumulto irreflexivo con una canción que jamás se recuerda cuando llueve o hace frío, una canción quebrada que no otorga poder.

OTRA VEZ


Por ahora experimento nuevamente lo que es la felicidad, sin necesidad de fingir.


Ya era hora de que llegara a mi después de tanto sufrir, hay que recordar que para recibir la gloria hay que pasar por una cruz.


Mi cruz ya fue marcada y casi terminada y ahora estoy pasando por la primera etapa de la gloria ya vi la luz.


Ahora solo espero a llegar al centro de esta, de donde ya no abra vuelta atrás.


lunes, 3 de mayo de 2010

LAS LINEAS DEL MUNDO

Quien ve a las líneas del mundo unir a la desdicha con la alegría sin tiempo ni motivo,a la ceguera del hombre con lo luminoso del hombre,al cobarde, al justo, al tonto(que asiste a la ceremonia del crepúsculo asombrado, muy quieto, flotando sobre el agua),nunca se vuelve altivo a contemplar la guerra que incendia el lugar donde vibra todo esto.

Ya nunca sueña.Abre los ojos despierto, abre los ojos dormido.

El que ve a las líneas del mundo servir de trampolín a los pájaros y de escalera a las almas,sabe por qué no vuelan y se guarda de contarlo.

Otro será su interés:él querrá trepar por ellas disimuladamente, sin un solo comentario, sin que nadie note la ausencia del desertor. Feliz, ignorado por todos,vagará por la tierra sin nombre con su precioso secreto, ese momento en que espió: él conoce signos que lo conocen, hace su propia ley.

Y por fin, cuando se retira,como un oscuro bulto con corazones de tormenta,hacia la tierra oculta en esta misma tierra, que guarda de toda noche el sol, no olvida, ni por un momento, que el tiempo está en su red. Sabe que no hay milagros, sabe qué cosa son.

Algún día todo será plenitud.

ENTIERRO DE POBRE

Entierro de pobre, ya sabes, amigo. No quiero que vengan los otros conmigo.

Los otros, aquellos del otro camino, los que me dijeron: es agua tu vino.

Los que sacudieron mi rama florida. Para tejer burlas, en charlas subida.

Entierro de pobre, ya sabes, amigo. Sin flores horribles de trapo, contigo, y mis cuatro hermanos bellos, silenciosos, sin esa etiqueta, sin esos curiosos, sin los obligados que dicen: debía venir al entierro y en charla vacía, prosiguen narrando su gracioso cuento.

Entierro de pobre. Mi acompañamiento será de pocos.

La misa temprano, de aquel padre Valle, canto gregoriano, en iglesia pobre y un solo cantor misa verdadera de Nuestro Señor.

También te suplico, me libres, hermano, del insulto magno. Al diario profano, que a diario blafema, dile, que no es cierto, que quién le ha contado que me hubiese muerto que estoy bueno y sano y así no dirán sus majaderías de parrampamplán: noble, generoso, digno, caballero, ciudadano probo, patriota sincero, de firme carácter, hombre superior...: y otros disparates del mismo color.

Acuérdate hermano de todos aquellos versos de mis libros, silenciosos, bellos.

Del "Agua Encantada" de estos mis "Caminos"que son el consuelo de los peregrinos, de "Espumas y Estrellas:, del "Libro Menor"que a todos encanta por su buen olor.

Entierro de pobre, ya sabes, amigo. No quiero que vengan los otros conmigo.

EL MAR DE LOS ANTIGUOS

No volverá jamás el mar de los antiguos a rebañar las costas creadas por sus olas. Un año de ancho, una vida de largo, se sumió en la honda bocanada del fondo.

Con él las bandas de Erik el Violento y la pacífica vela de otro ladrón, fenicio, doblaron para siempre ese horizonte blando y abajo el precipicio que los tragó a todos como se cierra un libro.

Ni el ceñudo pirata que un día fue estatura y bronceado y sombra, ni el traficante sofocado bajo tricornio y títulos, tuvieron el poder de detener aquellas otras olas que se llaman horas; menos el múltiple ahogado, ése sin nombre, puede asomar la cabeza ahorapara su intrépido persistir bajo la luna, a solas.

Ah mar de Eneas y de Ulises que no eras éste y erasla cuna del delfín y las especias y el camino del oro y siempre, lo otro. Qué portugueses y españoles erancuando eran los que eran en el mar.

¡Y el junco de esa otra historia, la ignorada, que salía a él bajando de los ríos como una rama armada de astrolabio, con hombres amarillos bajo la tensa seda guardando sus secretos, sus caminos y sus signos!

Veo entre peces voladores cabalgar la trirreme del romano y al bajel del griego salir de la zozobra; todas esas ambiciones que iban tras las Hespérides encalladas en el arrecife del Minuto.

Y la Sirena, el paganismo de a bordo recubierto de escamas y colocado fuera, y el oficial Leviatán del Viejo Testamento condensados en la ballena blanca que surcó todavía, en mil ochocientos y tantos, el querido inolvidable mar de los antiguos.

RECITAL DE MIS ARAÑAS

Estoy condenada a destripar el corazón de las arañas, a poner los dedos dentro de la caldera de una flor. Estoy arrestada en las prisiones de una lágrima con cuchillos.

Mastico el cuesco amargo de un día oscuroy paseo en la niebla sucia que destapa a los caballos en los campos. Me he hecho débil como una copa sin vino, que ni esta canción me pertenece completamente.

Y después, arribará el diablo vestido de hombre, ofreciéndome pan, versos en ediciones de lujo, zapatos incendiados en la boca poderosa de una estrella, autógrafos anónimos para que nadie me encuentre, kilos de juventud esparcida en piernas y manos.

Y así se me presentará el diablo, vestido de hombre, guiñándome el ojo varias veces, seduciéndome con un beso que, pero mas no sacará nada, nada podrá arrebatarme, porque en las arañas de este cuarto húmedo, ya he tenido mi abundante infierno.