lunes, 10 de mayo de 2010

CRUCES


De golpe es muy extraño sobrevivir, recordar al hombre hechizado y no el momento en que se fue: más errante que nunca pero muy poco sabia, torpe en el bullicio del verano, torpe en la espera.


Hubo un hombre sin sueños para siempre detenido en la estación del calor. No se reconocieron ni en los ojos en la planicie árida del parador un jugo, una radio encendida, la loca esperanza de llegar sin morir. El mundo canta a veces como una apuesta imposible y eso lo vuelve ronco y despiadado.


No hay rumor para oír, no hay tierra que espiar.


El mundo canta a veces y siempre por los respiraderos de la ciudad y se abre paso en el tumulto irreflexivo con una canción que jamás se recuerda cuando llueve o hace frío, una canción quebrada que no otorga poder.

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