De vez en cuando la vida nos besa y a colores se despliega como un atlas, nos pasea por las calles, nos sentimos en buenas manos, se hace de nuestra medida, toma nuestro paso y saca un conejo del viejo sombrero y uno es feliz como un niño cuando sale de la escuela.
De vez en cuando la vida toma conmigo café y esta tan bonita que da gusto verla, se suelta el pelo y me invita a salir con ella a escena.
De vez en cuando la vida se nos presenta en cueros y nos regala un sueño tan escurridizo, que hay que andarlo de puntillas para no romper el hechizo.
De vez en cuando la vida afina con el pincel, se nos heriza la piel y nos faltan palabras para nombrar lo que nos ofrece, a los que saben usarla.
De vez en cuando la vida nos gasta una broma y nos despertamos sin saber que paso, arriba de un árbol, sentados en una calabaza.
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