martes, 2 de marzo de 2010

ESCUCHA LO QUE NO TE DIGO


No te dejes engañar por mí.

No permitas que te engañen mis apariencias.


Porque no son más que una máscara,quizá mil máscaras que temo quitarme,aunque ninguna me representa.

Doy la impresión de estar seguro,de que todo va viento en popa,tanto dentro como fuera,de que soy la confianza personificada,de que la calma es mi segunda naturaleza,de que controlo la situacióny de que NO TENGO NECESIDAD DE NADIE.


Pero no me creas, te lo ruego. xternamente puedo parecer tranquilo,pero lo que ves es una máscara.


Por debajo, escondido, está mi verdadero yosumido en la confusión, el miedo y la soledad.
Pero lo escondo. No quiero que nadie lo sepa. Me aterra pensar que pueda saberse. Por eso tengo constantemente necesidadde crear una máscara que me oculte,una imagen pretenciosa que me protejade las miradas sagaces.


Pero esas miradas son precisamente mi salvación, y lo sé perfectamente,con tal que vayan acompañadasde la aceptación y del amor. Entonces, esas miradas, se conviertenen el instrumento que puede liberarme de mí mismo, de los mecanismos de defensay las barreras que he levantado entorno a mí,en el instrumento que puede mostrarme aquellode lo que no consigo convencerme:que realmente tengo un valor.


Pero esto no te lo digo,no tengo coraje: Me da miedo que tu mirada no venga acompañadade la aceptación y del amor. Quizá temo lo que pueda pensar,que puedas cambiar de opinión sobre mí,que te burles de míy que tu sonrisa me fulmine.


En el fondo, lo que temo es no valer nada,y que tú te des cuenta y me rechaces. Por eso sigo con mi juegode pretensiones desesperadas,con una apariencia externa de seguridad y con un niño tembloroso por dentro.


Despliego mi desfile de máscarasy dejo que mi vida se convierta en una ficción. Te cuento todo lo que no importa nada, y nada de lo que de verdad importa,de lo que me consume por dentro.
Por eso, cuando reconozcas esta rutina,no te dejes engañar por mis palabras:escucha bien lo que no te digo,lo que querría decir, lo que necesito decir,pero no consigo decir.


No me agrada esconderme, te lo aseguro,me encantaría ser espontáneo, sincero y genuino,pero tendrás que ayudarme. Por favor, tiéndeme tu mano,aún cuando parezca que eso es lo último que deseo.Tú puedes sacar a la luz mi vitalidad,cada vez que te muestras amable, atenta y diligente,cada vez que tratas de comprenderme,cada vez que me aceptas tal y a pesar de lo que soy.


Porque me quieres, mi corazón palpita y renace. Quiero que sepas lo importante que eres para míy el poder que tienes, si quieres,de sacar a la luz la persona que yo soy. Escúchame, te lo ruego.


Tú puedes derribar las barrerastras las que me refugio,tú puedes arrancar mi máscara,tú puedes liberarme de mi prisión solitaria.¡No me ignores! ¡No pases de largo, por favor! Ten paciencia conmigo. A veces parece que, cuanto más te acercas,tanto más me revelo contra tu presencia. Es irracional, pero es así: combato aquello de lo que tengo necesidad.


Así somos los humanos muchas veces Pero el amor, el amor de Dios que habita en ti,es más fuerte que toda resistencia,y ahí reside mi esperanza,mi verdadera esperanza. Ayúdame a derribar las barrerascon tus manos firmes,pero a la vez delicadas, pues dentro de mí habita un niñoy un niño es siempre muy frágil.


¿Te preguntas quién soy? Soy alguien a quien conoces muy bien. Soy cada persona con quien te encuentras. Soy... tú mismo".

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